UNA NUEVA FEDERACIÓN O UNA FEDERACIÓN NUEVA
Los sindicatos del FAB reunidos en la Ciudad de Buenos Aires evaluamos nuestra actividad en estos dos años luego de haber construido un espacio de crítica y de representación gremial de la docencia universitaria y preuniversitaria. Analizamos caminos para lograr la federación que queremos y necesitamos: la refundación de la Conadu o la construcción de una nueva federación capaz de defender los derechos de la docencia universitaria que lleve adelante una vida sindical democrática
Conformación y trayectoria del Frente de Asociaciones de Base (FAB)
Desde 2021 los sindicatos que constituimos el FAB hemos hecho un complejo recorrido político y gremial que se inició con un proceso electoral completamente viciado desplegado por la conducción de la Conadu, avalado por el Ministerio de Trabajo e impugnado por quienes componemos este Frente, más de la mitad de los sindicatos incluidos en la Conadu.
Desde entonces denunciamos tanto hacia adentro como hacia afuera de la Federación las maniobras antidemocráticas de una Mesa Ejecutiva que sólo aspira a sostenerse apelando a nefastas prácticas gremiales y políticas: golpe institucional a ADUNA (Avellaneda), nombramiento de paritarias/os a SIDUNSJ (San Juan) y CODIUNNE (Nordeste) desconociendo a las asociaciones de base e interviniendo en sus decisiones, desconocimiento de las legítimas elecciones en AFUDI (Tierra del Fuego), entre otros atropellos.
En ese camino, que iniciamos siendo una reunión de sindicatos, fuimos forjando una identidad ligada fuertemente al compromiso con la educación pública, con el derecho a la educación superior como condición del desarrollo económico soberano, con la lucha por el salario digno y los derechos de les trabajadores docentes, con el sindicalismo como protagonista en la transformación de las universidades y con la insoslayable calidad democrática que debe caracterizar a toda forma de organización sindical. Asimismo como modo de sostener nuestras definiciones políticas fuimos definiendo una singular y necesaria forma de organización horizontal, colaborativa y federal.
Ese camino no ha sido sencillo. Logramos consensos en la construcción de una nueva mayoría que en ciertas ocasiones pudo revertir la desidia de la Federación en la negociación salarial, reabrir acuerdos paritarios que se daban por “cerrados” e instalar temas en la discusión nacional que no logramos hacer avanzar lo necesario básicamente por no contar con presencia en la paritaria nacional.
En nuestros sindicatos de base – sin ningún apoyo de Conadu- alcanzamos conquistas significativas, sostenidos en los principios y la militancia que nos llevan a plantear la defensa y ampliación de los derechos laborales. Avanzamos generando instancias de negociación y con la fuerza que nos da el ser representativos en nuestros territorios, incluyendo avances por ejemplo en la estabilidad, en el art 73° y los concursos, reglamentación de varios arts. del Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) y hasta definir condiciones de trabajo durante la pandemia y el trabajo virtual y licencia por violencia de género.(Ver MAPA DE LOGROS)
Nos manifestamos toda vez que fue necesario en el contexto nacional y regional en contra de todo avasallamiento de derechos por parte de una derecha que no abandona sus intentos desestabilizadores y de imposición de políticas antipopulares a través de la represión.
Reunidos en la sede de COAD (Rosario) en abril/23, definimos como una necesidad el desafío de trabajar en pos de una organización que sea capaz de asumir la responsabilidad de representar los intereses del conjunto de las y los trabajadores docentes de las universidades nacionales. Una organización que bregue también por nuevas formas de unidad de la representación sindical como factor de potenciación de la acción colectiva.
La necesidad de mecanismos institucionales participativos y democráticos en la conformación del nuevo espacio sindical federativo
En el FAB analizamos caminos para lograr la federación que queremos y necesitamos: la refundación de la Conadu o la construcción de una nueva federación capaz de defender los derechos de la docencia universitaria que lleve adelante una vida sindical democrática
En conjunto definimos los principios y mecanismos institucionales indispensables para evitar las prácticas antidemocráticas que denunciamos.
Consideramos necesario fortalecer la comunicación de todas las instancias de decisión y representación de la federación con las asociaciones de base para que el conjunto de la docencia acceda a la información. Es condición indispensable para la participación activa de la docencia universitaria y preuniversitaria a través de asambleas, plenarios, consultas y campañas nacionales de difusión de las acciones y decisiones emprendidas.
Proponemos, consecuentemente, no sólo la participación democrática de todas las organizaciones sindicales de base en la dinámica institucional del nuevo espacio federativo, sino también la publicidad y comunicación de las decisiones, el presupuesto y la agenda programática acordada. Un ejemplo de esta construcción es que en algunos encuentros del FAB nos propusimos y elaboramos una propuesta de Capítulo de Trabajo a Distancia del CCT que amplía la versión actual a una realidad que transitan cotidianamente miles de trabajadores y trabajadoras docentes. Esta experiencia de trabajo colectivo conjunto es también el sustrato sobre el que podemos enunciar estos principios.
En ese sentido, nos proponemos una construcción democrática y plural, que se refleje en la federación que necesitamos y promueva articulaciones con otros espacios del sindicalismo en general y del universitario en particular, que tengan como horizonte la conformación de organizaciones con mayores niveles de representación.
Ante un escenario de crisis social y política general, y con la convicción de que nuestras organizaciones son organizaciones políticas, consideramos fundamental continuar aportando a la defensa y ampliación de derechos para la clase trabajadora.
En el propósito de construir nuevas mayorías, reafirmamos la necesidad de hacerlo en unidad aún en la diferencia. No queremos un mayor fraccionamiento del frente sindical sino promover nuevos espacios comunes con otras organizaciones: acordarlos, sostenerlos en el tiempo e institucionalizarlos con creatividad, para que no quede sólo en la voluntad de quienes ejercen la conducción en un momento determinado.
La federación que anhelamos y necesitamos.
Somos conscientes de que el escenario de discusión de nuestras paritarias no es indiferente a los gobiernos nacionales con los cuales nos toca discutir salarios y condiciones de trabajo. El gobierno macrista fue un fiel exponente de esta cuestión a partir de su política de reducción de los salarios que afectó a toda la población, y de desfinanciamiento y ajuste a la educación pública.
La crisis de los partidos políticos tradicionales ha llevado a la conformación de coaliciones o frentes gobernantes en nuestro país desde el año 1998 y en ese contexto corresponde revisar ciertos cánones tradicionales del sindicalismo. En esa línea se generalizó la idea de sindicatos subordinados a los gobiernos surgidos de partidos populares. Esta práctica no resultó fructífera ni a los gobiernos ni a los sindicatos en ningún país latinoamericano de los que en los primeros años de este siglo nos acompañaban en el proceso de ampliación de derechos y soberanía económica, científica y tecnológica. La irrupción de la coalición como única forma posible de gobierno lleva también a revisar esa postura y ser capaces de reclamar frente a esos gobiernos que representan diversidad de intereses y perspectivas. Debemos constituirnos en actores capaces de ser la polea de transmisión y defensa de los intereses sectoriales aún ante los gobiernos populares, algo que a diferencia de aquella mirada tradicional no los debilita sino que los fortalece en su capacidad de representación colectiva. Por el contrario, si el futuro inmediato nos depara un destino neoliberal, una organización sindical vaciada de representación no resulta la mejor herramienta para cuidar nuestros salarios, la educación pública y la universidad emancipadora.
El mundo del trabajo está en un momento bisagra; el trabajo docente en las universidades públicas no es ninguna excepción. Urge dar cuenta de los cambios que atraviesa la organización del trabajo en las universidades nacionales y provinciales de nuestro país, representando a docentes que dan clases en todos los niveles -incluso posgrado- y modalidades. De allí que consideramos una necesidad insoslayable construir una “nueva” organización que, a través de recrear sus formas y modos de tramitar la política, dé cuenta cabal de las nuevas formas de organización de nuestro trabajo que, finalmente, terminan por configurar cambios profundos en los y las trabajadores docentes.
Aspiramos a una federación:
- Realmente federal, con reconocimiento estatutario de consejos regionales.
- Cuyas estructuras retomen la lucha de los feminismos y promuevan la participación de mujeres y diversidades, paridad en cargos ejecutivos y de representación, por ejemplo, paritarias.
- Que asuma a las y los trabajadores en la integridad de su vida y no solo su salario.
- Que se sostenga a partir de establecer una relación virtuosa entre las asociaciones de base y la organización de segundo grado, atribuyendo funciones claras a sus distintas instancias de gobierno y representación.
- Respetuosa de la democracia interna, capaz de redefinir las actuales formas de participación.
- Que entienda al sindicato como protagonista de la transformación de las universidades, asumiendo que la disputa por los derechos de las y los trabajadores es parte inescindible de la construcción de una universidad pública, democrática, popular y feminista.
- Que sea capaz de proyectar y promover nuevas formas de organización y vinculación entre las federaciones docentes universitarias.
- Que incorpore dispositivos que avancen en la democratización de la organización, en la escucha y participación de las personas que representamos.
- Que represente genuinamente las demandas del colectivo docente e impulse las luchas que lleven a nuevas conquistas.