Esta semana el gobierno realizó un importante anuncio para la Educación y la Educación Superior: presentó un proyecto de ley a través del cual se establece que para el año 2033 el presupuesto de la Educación Pública debe alcanzar el 8% del PBI.
Los sindicatos nucleados en el FAB celebramos, ante todo, el valor que tiene reafirmar a la Educación Pública como una inversión del Estado argentino en momentos en los que el Estado es víctima de violentos ataques desde una derecha inescrupulosa. El anuncio ratifica, además, una antigua reivindicación del movimiento de las y los trabajadores organizados de la Educación Pública en todos sus niveles de enseñanza: relacionar el presupuesto de la Educación al PBI tal y cual lo establece la Ley de Educación Nacional, pero asume un compromiso mayor: llevar el valor de esta participación del 6 al 8%.
Eso no sólo coloca a la Educación en el contexto de una política de Estado no sometida a los vaivenes de coyunturas, sino que jerarquiza a la Educación dentro de las políticas que despliega el Estado. Recuperar este logro político luego del ajuste del macrismo, el achicamiento de la economía durante la pandemia y del acuerdo con el FMI, nos devuelve a quienes creemos en la Educación Pública como un pilar del desarrollo de nuestra patria, la posibilidad de pensar y participar en ese futuro.
Esta decisión avanza en la distribución al interior de ese porcentaje de un 1,5 del PBI a la Educación Superior, lo que constituye un gran logro coincidente con las reivindicaciones que sostienen nuestras organizaciones y habilita a dar las discusiones necesarias sobre el destino de esos fondos en el sistema universitario.
Para llevar adelante estas discusiones y enfrentar los problemas que como docentes tenemos en la actualidad, necesitamos una Federación fuerte, consolidada hacia su interior, participativa, federal y con una relación virtuosa y de diálogo con sus sindicatos de base y docentes de las universidades.
Frente a un futuro en el que apostamos a discutir estas cuestiones sabemos que se necesita una Federación preocupada y ocupada por llevar la voz de docentes a la paritaria nacional, sus condiciones de trabajo, las necesidades de la Educación Pública y los sectores populares.
Esta CONADU se encuentra muy lejos de la Federación que necesitamos y más aún de la que soñamos. En estos duros tiempos, la demanda del momento es el fortalecimiento de nuestras organizaciones y la firme decisión de sus referentes de construir una Federación fiel a las bases que representamos.
Argentina, 14 de septiembre de 2023
